lunes, 29 de octubre de 2007

Fragmento de Chilam Balam de Tizimín:

Come, come para que tengas pan;
bebe, bebe para que tengas agua.
Ese día, polvo cubrirá la Tierra;
ese día, una plaga cubrirá la faz de la Tierra;
ese día, una nube se alzará;
ese día, un hombre fuerte se apoderará de la Tierra;
ese día, las casas caerán en ruinas;
ese día, el tierno follaje será destruido;
ese día, habrá tres signos en el árbol;
ese día, tres generaciones penderán de él;
ese día, será izado el estandarte de la batalla
y [los hombres] se dispersarán por el bosque.

op. 5

Mis sueños vagan por tu pelo suelto,
mientras el espacio se carboniza de nada.
Los sepulcros lloran, vacíos de alucinaciones.

El tiempo se escurre por mis manos
para mojar tu torso cubierto de cristales.
Fuego danza en mis ojos.
¿Qué esconden los atisbos de los luceros?


Hojas secas contemplan la gala de tu cuerpo en letargo.
Un candil irradia la danza desnuda de aquel embrujo.
La marea ya no trae a la luna consigo,
pero su espuma es ahora diadema de ensueños.
El vino baña el aura de la musa danzante
prolongando la irrealidad por siempre.

Baila.

Yo caminaré adonde quise pero nunca sabré llegar.
Hay tanto silencio en tus ojos mientras tu cuerpo grita.

Llora.

Lo que separa a dos...


Un agujero enorme de apariencia similar a la de un hoyo negro, se postraba en medio de dos figuras sombrías. El canto de los truenos, dirigía como tambores de guerra, a la tormenta que marchaba inmortalmente, alrededor de los limites de este mundo conformado por bruma de grises tonos y dos formas solitarias sin posibilidades de estrechar una caricia.

La abismal oscuridad del hoyo separaba lo que, al parecer, eran dos rústicas columnas de piedra. No aparentan haber sido puestas ahí por mano alguna, es como si pertenecieran al sombrío paisaje de esta dimensión alejada del pensar humano.

Aquí no existe posibilidad de entrar o salir, lo que acaece en este mundo es que no acaece el

aliento, nada es lo que corre por el aire y ¿qué organismo podría conocer la soledad del mundo en el cual un suspiro contendría nada?.

¿Habrá de pasear la muerte en busca del abrazo de un alma concubina por estas tierras? y ¿qué puede leer la vida en este sombrío paisaje?.

Este universo es una prisión sin recluidos y sin posibilidad de ser en función de lo que es, pues una prisión sin cautivos deja de ser a partir de la perdida de su función.

Solo un abismo y dos piedras existen